Existen un sinfín de cosas que pueden causar estrés:
- Un trabajo nuevo.
- Problemas en sus relaciones.
- Una fecha tope próxima.
- Preocupaciones de salud.
- Conociendo a alguien nuevo.
- Tránsito.
- Regresar a la oficina después de un año de trabajo remoto.
El listado sigue.
Las implicaciones de la pandemia de COVID-19, incluyendo la ansiedad por contraer el virus y las restricciones que afectaron nuestra vida diaria, provocaron un enfoque generalizado en el estrés y la salud mental a diferencia de lo que habíamos visto en esta generación. También hizo que la gente se preguntara sobre formas saludables de prevenir y controlar el estrés.
Entre las técnicas de manejo y prevención del estrés más efectivas para el estrés agudo se encuentra el ejercicio. En este artículo, echamos un vistazo a los diferentes tipos de estrés que puedes experimentar y luego resumimos lo que dice la investigación sobre el papel del ejercicio en el manejo del estrés.
Diferentes tipos de estrés: ¿Por qué importa reconocerlos?
Existen varias formas de categorizar el estrés, pero aquí discutiremos el estrés en términos de severidad en el tiempo, a saber, estrés agudo y estrés crónico.
El estrés agudo es una sensación de estrés o ansiedad a corto plazo; dura unos minutos u horas mientras experimentas o anticipas experimentar algo que generalmente se asocia con grandes sentimientos o momentos en tu vida. Sentir estrés agudo es una parte normal e incluso saludable de nuestra vida diaria. Nos ayuda a percibir y prepararnos para un cambio que se avecina.
Cuando percibes una amenaza, se produce una reacción en cadena de varios pasos. La información que tus sentidos recopilan sobre la amenaza se envía a la amígdala, que luego envía una señal de socorro al hipotálamo en el cerebro. El hipotálamo envía señales a las glándulas productoras de hormonas para que excreten las hormonas del estrés, adrenalina y cortisol. Estas hormonas causan algunos cambios físicos comunes en el cuerpo durante momentos de estrés, como respirar más rápido y tener un sentido más agudo. Estos cambios te hacen mas consciente de tu entorno y mas preparado para actuar.
En general, las personas son capaces de utilizar técnicas simples de manejo del estrés, como la respiración, las afirmaciones, la visualización y la búsqueda de apoyo social, para manejar el estrés hasta que pase el evento que lo causó o nos acostumbremos al cambio.
Algunos eventos que a menudo resultan en respuestas de estrés agudo incluyen:
- Comenzar un nuevo trabajo o perder un trabajo
- Subirse al escenario
- Conocer a alguien nuevo
- Terminar un gran informe
- Hacer frente a alguien
- Lanzar de un nuevo negocio
- Mudarse a un nuevo hogar
El estrés crónico, a diferencia del estrés agudo, dura varias semanas, meses o incluso años. No se resuelve a corto plazo, por lo que nuestro cuerpo está en “modo de emergencia” durante un largo período de tiempo. El estrés crónico puede provocar una amplia gama de efectos negativos en nuestra salud, que incluyen dolor corporal y dolores de cabeza, presión arterial alta, problemas para dormir, depresión y ataques de pánico. Si el estrés crónico no se resuelve o maneja adecuadamente, o si se presenta en momentos clave de nuestro desarrollo, puede aumentar el riesgo de desarrollar varias enfermedades crónicas.
En muchos casos las técnicas efectivas de manejo del estrés, como el ejercicio, pueden tener un papel importante en el manejo del estrés.
Sin embargo, es vital tomar medidas cuando el estrés no se vuelve manejable; comuníquese con un especialista en salud mental si es necesario.
¿El ejercicio ayuda a manejar el estrés?
La respuesta corta es sí. A continuación, se muestran algunos de los beneficios del ejercicio respaldados por investigaciones para prevenir y controlar el estrés en una amplia gama de circunstancias.
- 1. El ejercicio ayuda a proteger contra la desregulación del sistema de estrés.
- 2. El ejercicio ayuda a regular las alteraciones causadas por el estrés, incluida la obesidad central, la hipertensión, la dislipidemia y la disfunción cardiovascular. De esta forma, también ayuda a proteger el organismo frente a enfermedadesse.
- 3. El ejercicio regular ayuda al cuerpo y la mente a manejar el estrés de manera saludable cuando surgen cambios o se avecinan grandes eventos en el horizonte.
- 4. La actividad física tiene el potencial de mejorar el estado de ánimo al mismo tiempo que reduce la angustia psicológica.
- 5. El ejercicio que es seguro para diferentes condiciones físicas, como nadar durante el embarazo, también es beneficioso para reducir el estrés.
No hay necesidad de preocuparse por encontrar una rutina de ejercicios que ayude a reducir el estrés. Afortunadamente, no existen regímenes especiales de ejercicios para reducir el estrés. Las mismas recomendaciones hechas para ayudar a las personas a mejorar su salud en general también se pueden prescribir para ayudar a controlar el estrés.
Es decir, realizar 150 minutos semanales de actividad física moderada de cualquier tipo que recomiende la Organización Mundial de la Salud para la salud general te ayudará a prevenir y gestionar el estrés de forma más eficaz.
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Otros tips para el manejo de estrés
El ejercicio y la actividad física son una parte importante de un estilo de vida saludable por numerosas razones, incluida su función en el manejo del estrés. Sin embargo, la mayoría de las personas no pueden depender únicamente del ejercicio para ayudarles a resolver sus problemas de estrés.
Aquí hay algunas otras consideraciones para manejar los niveles de estrés:
Dormir lo suficiente
Ayuda a regular sus hormonas y será más probable que se sienta alerta y relajado durante el día.
Tener una dieta balanceada
Una dieta que satisfaga sus necesidades nutricionales le ayudará a mantener equilibrados sus niveles hormonales y promoverá la salud física y mental. Además, si está satisfecho con sus hábitos alimenticios, está eliminando una posible fuente de estrés.
Encontrar un buen sistema de apoyo
Los seres humanos somos seres sociales y buscamos en los demás apoyo emocional y socialización. La socialización es una parte importante de la prevención y el manejo del estrés.
Probar técnicas de manejo del estrés
La meditación, la respiración enfocada y la visualización son técnicas que ayudan a reducir el estrés agudo que está afectando tu capacidad para pensar con claridad y estar consciente de tu entorno.
No tener miedo de buscar apoyo
Si sientes que tus niveles de estrés y ansiedad se están saliendo de control o están afectando tus relaciones, busca el apoyo de su equipo de atención médica o de un especialista en salud mental. Juntos, pueden identificar la fuente del estrés, diseñar planes para ayudar a reducir la causa del estrés e implementar técnicas de manejo del estrés que sean específicas para ti y tus necesidades.
Conclusión
El ejercicio y la actividad física tienen un papel vital para ayudar a promover tu salud y bienestar. No solo crea un espacio seguro para enfocar tu energía, sino que también ayuda a regular los procesos químicos en tu cuerpo que están causando el estrés. Elegir un ejercicio que disfrutas y convertirlo en parte regular de tu rutina diaria o semanal puede ayudar a prevenir el estrés antes de que comience. La adición de rutinas de reducción del estrés cuando sientes que la ansiedad burbujea también puede ayudarte a canalizar esos sentimientos de manera segura para que te sientas mejor cuando termines la rutina.
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